Andrés Jiménez -abogado-, Carlos Terreu -auditor de cuentas- y Jorge Aso -representante de los acreedores-, los tres administradores concursales nombrados por el Juzgado de lo Mercantil número dos de Zaragoza, se presentaron ayer en sociedad en las oficinas del club para explicar al detalle los diferentes aspectos del proceso concursal, dejando bien claro que ellos no tomarán ninguna iniciativa: "El Juzgado no ha desprovisto de las facultades de administración al Real Zaragoza. Nuestra labor es supervisar desde el punto de vista económico las operaciones que se vayan haciendo a partir de ahora. En cuestiones deportivas no podemos entrar".
Por tanto, los miembros del Consejo de Administración -Agapito Iglesias, Francisco Checa y Javier Porquera- siguen teniendo los mismo poderes que tenían hasta ahora, "sólo limitados para aquellas operaciones determinadas que tengan principalmente una derivación económica". Dentro de estas limitaciones y tal como exige la ley, para que la firma de la administración concursal sea válida, "sólo es necesario la firma de dos de los tres administradores", aunque su experiencia les hace pensar que no habrá discrepancias entre ellos.
Una vez explicada la labor de los administradores, Carlos Terreu resumió las diferentes fases del proceso: "En primer lugar habrá una fase común, aquella en la que tendremos que supervisar la actividad económica del club y emitir un informe en el que determinaremos la masa activa del concurso, el inventario y la lista de acreedores". Dicho informe no estará terminado hasta mediados de septiembre u octubre, ya que los acreedores disponen de hasta un mes de plazo desde que se publique el Boletín Oficial del Estado para comunicar sus créditos a través del Juzgado.
Una vez que se concluya el listado, los acreedores tendrán la posibilidad de impugnar si no están de acuerdo con los créditos reconocidos, por lo que "se abre otro periodo para subsanar, corregir o depurar ese tipo de incidencias". Después será el turno de los textos definitivos y se abrirá la fase de convenio, en la que "serán los acreedores los que tendrán que dar el visto bueno a la propuesta de convenio que se prepare por parte del club". En resumen, hasta dentro de dos meses será dificil tener una idea clara de la situación del club y "todo este proceso, computando todas las fases, tendrá una duración en torno a los nueve, doce o quince meses".
La Ley Concursal es un antes y un después en el Real Zaragoza, ya que todas las deudas que tenía el club antes de admitirse el concurso quedan congeladas hasta que se completen todas las fases explicadas anteriormente. "No podemos autorizar que se pague ni un solo euro a ninguno de los acreedores anteriores al 14 de junio porque debemos respetar a todos los acreedores por igual", explicaba Terreu con la ayuda de su compañero Andrés Jiménez: "Tiene que quedar claro que todos los compromisos de pago que adquiera el Real Zaragoza a partir del 14 de junio se tienen que pagar". Por tanto, todos aquellos que cierren a partir de ahora una operación con el club aragonés tendrán mayor seguridad de poder cobrar que antes.
Fichajes.
Una de las principales preocupaciones de la afición es saber si se va a poder fichar y a partir de qué día. Carlos Terreu tiene la respuesta: "Es necesario ajustar los gastos a los ingresos. Un fichaje es un contrato y esos contratos se supervisarán y se tendrán que analizar con arreglo a los flujos de pago si hay capacidad de pago. Si existe y encaja juntos al resto de previsiones de gastos y contratos en vigor, se podrá suscribir, y si no es así, no".
En definitiva, el club podrá fichar en el momento que se presente un plan de viabilidad inicial para saber cuáles son los ingresos de junio y julio -abonos y otros derechos-, y "si realmente existen esos ingresos y están documentados, no habrá problemas para hacer el fichaje", añadía Andrés Jiménez.
Convenios.
Precisamente, el plan de viabilidad fue uno de los asuntos tratados ayer por la mañana en la reunión que mantuvieron los tres administradores con el Consejo de Administración del club, ya que se trata del eje de todo. "Cualquier procedimiento concursal lo que hace es proteger a la empresa para intentar buscar una salida, en este caso negociada, a través de la seguridad jurídica que da el procedimiento. El plan de viabilidad determinará si hay excedentes que puedan ser destinados a pagar esa deuda anterior", señalaba Terreu.
En todos los convenios una parte de la propuesta contempla una quita y un aplazamiento. "Si se aceptan ambas variables y el plan de viabilidad encaja, ésa es la garantía". Esto sólo se puede hacer bajo el paraguas de un procedimiento concursal, ya que es la única manera de garantizar un trato igual a todos los acreedores.
El club puede presentar un convenio anticipado o puede esperar a que finalice la fase común y que la juez del concurso fije la junta. "Dependiendo de una situación u otra, nos moveremos entre seis y nueve meses o entre nueve y doce meses". Se dé una opción u otra, los administradores no pueden participar en la propuesta del convenio.
Otra cuestión que los administradores quisieron dejar clara es que la Ley Concursal no distingue a la Sociedad Deportiva de ningún otro tipo de Sociedad Anónima: "Cada concurso es diferente. Hacer una valoración de si esta situación es mejor o peor que otras... Yo me he encontrado con cosas mucho peores, pero no tienen la trascendencia social que tiene el fútbol".
Ventajas.
Por otra parte, Lendoiro ha presentado esta semana una denuncia solicitando el descenso administrativo del Zaragoza por no haber pagado lo que se le debe al Depor por el traspaso de Ángel Lafita, una medida que en principio no se podrá llevar a cabo debido al concurso de acreedores, tal y como subraya Andrés Jiménez: "La ley dice que por impagos no se puede bajar a Segunda División".
Ésta es una de las ventajas con las que se va a encontrar a partir de ahora el Zaragoza: "Todo lo anterior se paraliza y lo único que debe pagar con el dinero que se va generando es lo que se produzca a partir de ahora". Por tanto, habrá las dificultades normales pero no la imposibilidad de fichar.
Adeuda 33,4 millones a otros clubes
El Zaragoza adeuda un total de 13 millones de euros a sus jugadores y ex jugadores y 33,4 a clubes de fútbol de todo el mundo. La segunda partida de deuda recae sobre la Agencia Tributaria, quien tiene pendiente de pago 32,7 millones. Además, a Ibercaja, CAI y Cajalón se le deben 19,3 millones, mientras que el club presenta un balance negativo con varias empresas con participación de Agapito Iglesias de 17.505.742,61 euros.