Panini hizo su álbum, con su portada verde, que guardo con un cariño especial.
España organizaba el evento más grande del mundo, en lo que a fútbol se refiere, por primera vez y todo el país estaba volcado con nuestra selección. El Mundial se disputó del 13 de Junio al 11 de Julio de 1982 y lo disputaron 24 selecciones encuadradas en 5 Grupos de 4 equipos cada uno.
Se clasificaron 2 selecciones por grupo, formando unos cuartos de final extraños, en los que había otros 4 grupos de 3 selecciones cada uno. El primero de cada uno de estos 4 grupos se clasificaba para semifinales.
La selección española había dado, una vez más, esperanzas a todo el país de realizar un buen papel. Desde el fiasco de la Eurocopa del 80 en Italia, que supuso el adiós de Kubala tras 11 años al frente del banquillo nacional, José Emilio Santamaría era el nuevo seleccionador y España llevaba dos años preparando el evento con la tranquilidad de estar ya clasificado y a su vez la responsabilidad de ser el equipo anfitrión.
La base del equipo era la Real Sociedad, campeona de liga dos veces consecutivas en las temporada 1980-81 y 81-82. Jugadores como Arconada, Periko Alonso, López Ufarte, Zamora, Satrústegui y en menor medida Uralde, eran fundamentales en el esquema del seleccionador.
Un año antes del Mundial, concretamente el 25 de marzo de 1981 (coincidiendo con la liberación de Quini tras su secuestro), España ganó en Wembley por 0 goles a 1 a Inglaterra, con un gol de Zamora. Esa victoria disparó la euforia en todo el país, augurando que España haría un gran Mundial.
España quedó encuadrada en el Grupo E, con Yugoslavia, Irlanda del Norte y Honduras, en la teoría y en la práctica, un grupo asequible. La sede fue Valencia, que garantizaba el lleno total en todos los partidos. Nuevamente, como en Argentina 78, España se equivocó en la concentración previa.
La realizaron en la estación pirenaica de La Molina, con un clima muy diferente al que se iban a encontrar en Valencia. Años después se ha sabido, que el miedo a un posible secuestro (lo de Quini estaba reciente) y a un atentado terrorista, llevaron a la Federación a tomar esa decisión.
España vivía un periodo convulso políticamente, la democracia sólo tenía 7 años de vida, hacía sólo un año y 4 meses del golpe de estado y la banda terrorista ETA realizaba atentados con mucha frecuencia.
Se quiso proteger a los futbolistas pero, como años después ha reconocido el propio Camacho, integrante de aquella selección, ese ambiente de excesiva protección (los jugadores tenían guardaespaldas en la concentración) perjudicó al rendimiento del equipo.
El debut fue el 16 de Junio, en el Luis Casanova de Valencia, ante Honduras y España recibió el primer palo. Empate a uno y decepción total. Tras adelantarse Honduras en el minuto 7, con el gol de Zelaya, la selección no encontró su fútbol y tuvo que ser López Ufarte, el que lograra la igualada de penalti en el minuto 65, de ahí al final nada más.
El segundo encuentro era a cara de perro, sólo valía ganar y el rival era un viejo conocido, Yugoslavia. El partido se jugó el 20 de Junio, también en el Luis Casanova de Valencia. Gudelj, con la mano, adelantó a los balcánicos en el minuto 10. Juanito, tras mandar repetir el árbitro un penalti inexistente sobre Alonso, que falló López Ufarte en primera instancia, logró la igualada. En el minuto 21 de la segunda parte Saura, a la salida de un corner, hizo el 2 a 1 con el que finalizaría el partido. Ésta fue, a la postre, la única victoria de España en su Mundial.
En aquel momento el panorama no era malo del todo. Si España ganaba a Irlanda del Norte en el tercer encuentro sería primera, algo fundamental para evitar rivales fuertes en la segunda fase. No fue posible. Caímos 0 a 1 con un gol de Gerry Armstrong en el minuto 2 de la segunda parte, tras un fallo en el despeje de Arconada.
España fue segunda de grupo, detrás de la sorprendente Irlanda del Norte. Los rivales de la segunda fase se presumían terribles. Efectivamente, por un extraño sistema de competición, la segunda fase consistía en cuatro grupos de tres equipos cada uno.
Los cuatro primeros de cada grupo jugarían las semifinales. España se la tenía que jugar en Madrid ante nada más y nada menos que Alemania e Inglaterra. Si España hubiera sido primera, los rivales hubieran sido Francia y Austria.
El 29 de Junio, en un Bernabéu abarrotado, España jugó ante Alemania. Tras una buena primera parte, Littbarski en el minuto 59 y Fischer en el minuto 75, ponían muy cuesta arriba las semifinales. Un gol de Zamora en el minuto 84 daba esperanzas, pero el empate no llegó.
El 5 de Junio, con España ya eliminada, se jugaba de nuevo en Madrid ante Inglaterra, en un Santiago Bernabéu abarrotado otra vez. En el mejor partido de la selección en todo el Mundial, el resultado fue empate a cero. Fue la triste despedida.
Santamaría fue cesado tras el Mundial (no tuvo la culpa de todo, ni mucho menos) y llegó Miguel Muñoz. Costó recuperar la ilusión de todo el país por la selección y por el fútbol en general. Al margen de la selección española el Mundial fue de un excelente nivel futbolístico.
La primera fase nos dejó partidos inolvidables como la victoria de la Argelia de Madjer ante Alemania por 2 a 1 en Gijón, el “tongo” entre Alemania y Austria que dejó fuera a Argelia, la victoria de Hungría por 10 a 1 ante El Salvador de Mágico González, el episodio con el Emir de Kuwait en el Nuevo José Zorrilla de Valladolid, cuando bajo al campo y quiso detener el partido Francia – Kuwait por considerar ilegal un gol de Alain Giresse o la goleada de Brasil a Escocia por 4 goles a 1.
Polonia e Italia en el Grupo A, Alemania Federal y Austria en el B, Bélgica y Argentina en el C, Inglaterra y Francia en el D, Irlanda del Norte y España en el E, y Brasil y la URSS en el F, se clasificaron para la segunda fase.
En esta segunda fase asistimos al histórico Brasil – Italia del Grupo 3, Brasil hizo una demostración brutal de fútbol de ataque, tan brutal que se olvidó de defender y acabó perdiendo por 3 goles a 2, en el gran día de Paolo Rossi, autor de los tres tantos italianos. Al termino del encuentro, Sócrates, gran futbolista de Brasil, dijo que no había perdido Brasil, había perdido el fútbol.
Italia y Polonia jugaron una de las semifinales y Francia y Alemania la otra. En la primera Italia, con un fútbol sólido y de contragolpe se impuso por 2 a 0 a los polacos. Una Polonia que había jugado a un gran nivel todo el campeonato, con Zmuda, Boniek, Szarmach, Lato y el portero Mlynarzick en sus filas. Dos tantos de Rossi dieron el pase a la final a los transalpinos. Los polacos terminaron terceros, imponiéndose a Francia en el tercer y cuarto puesto por 3 goles a 2.
En la otra semifinal, Francia, que jugaba tan bien o mejor que Brasil, cayó en la tanda de penalties ante Alemania Federal. Tras ir ganando 3 goles a 1 en la prórroga, se dejaron remontar y Alemania empató a 3 para imponerse en los penalties. El partido se recordará también por la brutal agresión del portero alemán Schumacher a Battistton, que dejó K.O al buen lateral francés.
La final fue un baño de Italia que se impuso por 3 a 1 a los alemanes. Rossi, Tardelli y Altobelli marcaron los 3 tantos italianos, por sólo 1 de Breitner para los alemanes. La Italia que dirigía el criticadísimo Enzo Bearzot, se impuso con justicia. Una Italia con un veteranísimo Dino Zoff (42 años), un gran Antonio Cabrini, Marco Tardelli, Bruno Conti y Paolo Rossi se impuso en la gran final. Para mi siempre será el Mundial de Francia y Brasil, eran las mejores jugando pero en fútbol no siempre gana el mejor.